Era un día normal en la escuela, pero me di cuenta de que algo era diferente. Dos de mis alumnos estaban inusualmente callados y retraídos, lo que no es propio de ellos. Normalmente son el alma de la clase y siempre están dispuestos a participar.
Decidí averiguar qué les pasaba y hablé con sus padres un día después de clase. Al principio se mostraron indecisos, pero al final me contaron algunos de los problemas a los que se habían enfrentado sus hijos últimamente. Resultó que ambos estudiantes tenían problemas de ansiedad, depresión y otros problemas de salud mental que afectan a su rendimiento académico y a su vida personal.
Me sentí impotente al saber que no había mucho que pudiera hacer por mis estudiantes en esta situación aparte de estar a su lado con apoyo y comprensión, así que les sugerí que se pusieran en contacto con el Gabinete de psicología Ourense, que ofrece servicios de asesoramiento diseñados específicamente para personas que se enfrentan a dificultades psicológicas o pedagógicas relacionadas con retos académicos o de la vida personal.
Los padres me dieron las gracias profusamente por haberles indicado la dirección correcta y acordamos seguir controlando el progreso de nuestros hijos durante esta difícil etapa juntos. Esperemos que esto marque una diferencia en la vida de nuestros alumnos, pero sólo el tiempo dirá si he ido demasiado lejos al recomendar este tipo de ayuda profesional para ayudar a mis propios alumnos en los tiempos difíciles que se avecinan.