• Estas vacaciones, acércate a una naviera para conocer sus ofertas

    Si vas a pasar tus vacaciones en las Rías Baixas de Galicia, te recomendamos que acudas a una naviera para informarte de las actividades que puedes realizar relacionadas con el mar y con los barcos.

    Por ejemplo, tal vez te hayas preguntado por la bonita isla de ons como ir. La forma es en barco. Estos barcos hacen rutas diarias que puedes descubrir en los puntos de la naviera para que te expliquen todo el proceso para conseguir tu billete y disfrutar de un día muy especial, ya sea con tu pareja, familia o con tu grupo de amigos. Playas, rutas para caminar en naturaleza o restauración muy especial te esperan en este lugar.

    Otro de los planes que puedes contratar es una visita a las islas Cíes, que también están muy solicitadas gracias a la gran fama que tiene la playa de Rodas. Pero no es el único tesoro de Cíes, donde hay otras playas también muy bonitas y lugares con unas espectaculares vistas que te van a enamorar. Incluso puedes pasar un par de días en las islas si reservas una de sus cotizadísimas y deseadas plazas de camping.

    Si no quieres una actividad que implique todo el día, tienes otras muchas que puedes hacer en barco y que duran entre una y dos horas: paseos por la ría, visitas a las mejilloneras o paseos para poder ver el fondo de la ría, siempre que las aguas permitan tener esa visibilidad. Estos paseos son muy divertidos y a veces se pueden realizar con guías para que expliquen todo lo que se está viendo.

    Una actividad muy demandada pero que se realiza sólo ocasionalmente, son las cenas en barco. Se trata de eventos para los que hay que reservar con cierta antelación ya que las plazas son muy limitadas. Cocineros importantes elaboran un menú muy atractivo que se conocerá previamente para disfrutarlo en el mejor entorno, en las aguas de la ría. 

    Por último, hay barcos en los que se puede ir de un punto a otro de forma rápida y entretenida. Por ejemplo, si tienes tu lugar de vacaciones en Cangas o en Moaña y quieres ir a Vigo a pasar un día de compras o viendo la ciudad, puedes hacerlo en barco, evitando atascos y disfrutando de la experiencia del mar. Hay barcos continuamente y durante todo el día.

  • Las Cíes, mis islas: Redescubriendo el paraíso que veo cada día

    Vivo en Vigo, y eso significa que tengo un privilegio que a menudo, por la costumbre, casi olvido. Cada día, desde mi ventana, las veo. Son la silueta que despide al sol, la barrera natural que protege nuestra ría, el faro lejano en las noches claras. Las Islas Cíes. Forman parte tan intrínseca de mi paisaje vital que a veces creo conocerlas de memoria. Pero hoy, con el sol de julio invitando a planear una escapada, me he dado cuenta de que conocer su imagen no es lo mismo que conocer su alma. Y así, he decidido redescubrirlas desde mi ordenador, como un turista en mi propia tierra.

    Mi búsqueda comienza por lo más importante buscar información Islas Cíes y lo que todo el mundo debe saber antes de planificar un viaje: el proceso de reserva. Lejos han quedado los días en que uno podía simplemente bajar al puerto y comprar un billete. Al ser un Parque Nacional, el acceso está controlado para proteger su frágil ecosistema. El primer paso, y el más crucial, es solicitar una autorización de acceso en la web oficial de la Xunta de Galicia. Es un trámite gratuito y sencillo que te proporciona un código pre reserva. Sin este código, es imposible continuar.

    Con la autorización en mano, el siguiente paso es elegir una de las navieras que operan desde el puerto de Vigo. Introduzco el código y, ahora sí, puedo comprar el billete de barco para el día y la hora que he elegido. Este sistema, que al principio puede parecer engorroso, me recuerda la importancia del lugar al que voy. No es un parque de atracciones, es un tesoro que requiere un acceso ordenado y respetuoso.

    Pero mi curiosidad va más allá de la logística. Me sumerjo en mapas de senderismo, refrescando la memoria sobre las famosas rutas. La subida al Faro de Cíes, el principal, es la más icónica, una caminata que promete unas vistas espectaculares del océano. También está la ruta del Alto do Príncipe, más corta pero con una panorámica increíble de la playa de Rodas y el lago que la une a la isla de Monteagudo. Repaso los nombres de las tres islas: Monteagudo, O Faro y San Martiño, recordando que esta última, la más al sur, solo es accesible en embarcación privada.

    Termino mi búsqueda y vuelvo a mirar por la ventana. La silueta es la misma, pero mi percepción ha cambiado. Ahora veo los senderos, las dunas protegidas, la vida que bulle en ellas. Ya no son solo un adorno en mi horizonte. Son un destino que comprendo mejor, un tesoro que siento aún más mío y que estoy deseando volver a pisar, esta vez, con la mirada renovada de quien ha vuelto a estudiar su mapa.

  • Puertos marítimos que enlazan con las Islas Cíes

    El Parque Nacional de las Islas Atlánticas debe su apariencia exótica y paradisíaca a la escasa presencia humana en cualquiera de sus archipiélagos. Esta cualidad encierra una desventaja clara: la dificultad de su acceso. Por ejemplo, la distancia entre las Cíes y Cangas de Morrazo supera los diez kilómetros por mar, salvables a través de las navieras que comunican estas islas con la Península. Vigo, Baiona, Sanxenxo y otros municipios disponen de puertos marítimos desde donde sale el barco a las islas cies.

    En primer lugar, el puerto de Vigo está considerado como uno de los más antiguos del país, pues sus orígenes son de época romana. En descargas pesqueras, no hay duda de que figura entre los más relevantes del mundo. La Autoridad Portuaria de Vigo se encarga de gestionarlo, y sus diferentes muelles (que abarcan una extensión kilométrica) sirven de punto de destino y de salida para las navieras que comunican las Islas Cíes con el municipio vigués.

    Siguiendo la costa en dirección sur, el viajero encuentra otro de los puertos marítimos desde donde partir hacia las Cíes: el puerto deportivo de Baiona, situado en el municipio del mismo nombre. Dispone de más de doscientos amarres, una dársena de tres metros de profundidad, y está administrado por el organismo Portos de Galicia.

    El puerto deportivo y pesquero de Cangas, por su parte, se ubica en la villa marinera de nombre homónimo. Numerosas embarcaciones parten desde aquí con dirección a las Cíes. De su gestión se ocupa el Real Club Náutico Rodeira, responsable también de la organización de regatas, concursos y distintas actividades náuticas.

    A veintidós kilómetros de las islas Cíes, el puerto de Sanxenxo se distingue por su calado de casi ocho metros y sus cuatrocientos amarres. Su gestión está a cargo de la sociedad Nauta Sanxenxo, y no son pocas las navieras turísticas que desembarcan desde aquí con destino a las Cíes.

  • Rodas, Islas Cíes: Un Vistazo a la Mejor Playa del Mundo

    Desde que puse un pie en Rodas Islas Cíes, supe que estaba en un lugar que merecía cada uno de sus elogios. A menudo aclamada como una de las mejores playas del mundo, Rodas es un espectáculo para la vista, con su arena blanca y fina que se extiende como un manto suave bajo mis pies, y un mar de azul cristalino que se despliega hasta el horizonte. Lo que hace a esta playa tan especial no es solo su belleza visible, sino también la sensación de paz que se respira en este rincón apartado del mundo.

    El viaje hasta aquí es parte de la aventura, un trayecto en barco desde Vigo que corta a través de aguas tranquilas, ofreciendo vistas de la costa gallega y la vida marina. Al desembarcar en las Islas Cíes, el aire fresco y salado es una promesa de la experiencia inolvidable que está por venir. Caminando hacia la playa, el sendero bordea la laguna, un ecosistema vibrante que contrasta maravillosamente con la playa y ofrece un hogar a diversas especies de aves.

    La Playa de Rodas conecta dos de las islas del archipiélago, creando una curva perfecta que parece abrazar las aguas tranquilas de la bahía. Al caminar por la orilla, la arena cruje suavemente bajo mis pies, un recordatorio de la pureza del entorno. El agua, sorprendentemente clara, invita a sumergirse y nadar con tranquilidad en un mar que refresca sin llegar a ser demasiado frío, un equilibrio perfecto que realza la experiencia de bañarse en estas aguas prístinas.

    Uno de los aspectos que me cautiva cada vez que visito Rodas es el compromiso con la conservación que se observa en cada detalle. La playa es parte del Parque Nacional de las Islas Atlánticas de Galicia, un área protegida que mantiene la playa y sus alrededores en un estado casi virgen. Esto significa que hay reglas estrictas que los visitantes deben seguir, como no dejar basura, no fumar y limitar el número de personas que pueden visitar cada día, todo ello para asegurar que la playa permanezca tan impecable como la naturaleza la diseñó.

    Más allá del simple disfrute de sus aguas y arena, Rodas ofrece la oportunidad de explorar sus alrededores a través de senderos que serpentean a lo largo de la costa y conducen a miradores desde donde se pueden observar otras islas del archipiélago y la vasta extensión del océano Atlántico. Cada mirador ofrece una nueva perspectiva de Rodas, mostrando la interacción dinámica entre mar y tierra que caracteriza a las Islas Cíes.

    Mis días en Rodas terminan siempre con un paseo al atardecer, donde los colores del cielo se funden en un espectáculo de tonos rosados y naranjas, reflejando en las aguas tranquilas de la bahía. Es un momento de reflexión tranquila, una oportunidad para apreciar la majestuosidad de la naturaleza y el privilegio de experimentar un lugar tan preservado y hermoso. Aquí, lejos del ruido y la prisa de la vida cotidiana, encuentro un refugio que renueva mi espíritu y me recuerda la importancia de proteger estos tesoros naturales. Rodas no es solo una playa; es un testimonio de la belleza y la resiliencia del mundo natural.