• ¿Por qué cada vez más gente escoge la cremación?

    En relativamente pocos años, las costumbres respecto a la muerte han cambiado mucho en nuestro país. Cosas que ahora son muy normales, como ir a un tanatorio para velar a un muerto, eran algo muy raro hace muy pocas generaciones. Los muertos se velaban en casa y allí se recibía a los familiares. Al menos en los pueblos y aldeas, siendo los tanatorios algo que existía en las grandes ciudades nada más. Hoy, son anecdóticos los velatorios en el domicilio.

    También cambian las costumbres respecto a las visitas a los muertos. Si antes lo habitual era que la familia visitara las tumbas de los difuntos prácticamente cada semana para poner flores y rezar, hoy ya no sucede así. Muchas veces, la familia no vive en la misma ciudad en la que vivían sus parientes. Otras, simplemente, ya no hay costumbre de acudir a los camposantos y se hace, como mucho, una vez al año por Difuntos.

    Esto hace que muchas personas opten por nuevas maneras de despedir a sus muertos, siendo la cremación una de las más solicitadas. Cuando una persona fallece, los encargados de organizar el velatorio y demás, preguntan a la familia si se desea un entierro o si prefieren contratar los servicios de un Crematorio en Zamora. Si se opta por esto último, las cenizas pueden ser depositadas en una urna a elección de la familia. Hay diferentes tipos de urnas, desde las más básicas, hasta las más decorativas.

    Algunas personas prefieren dejar a sus difuntos en un nicho. Pero al tener la urna, pueden viajar con ella y depositarla en dónde prefieran, por ejemplo en el cementerio donde están sus antepasados. Otros, prefieren quedarse con las cenizas en casa y colocan la urna en un lugar de la casa que suele convertirse en un pequeño altar recordatorio de la persona fallecida. También están los que piden que sus cenizas sean esparcidas en algún lugar que ha sido importante para ellos.

    Tanto han cambiado las costumbres relativas a la muerte, que hoy no son pocos los que también incineran a sus mascotas y se quedan con sus cenizas en casa. E incluso los que piden ser esparcidos juntos. Lo cierto es que lo de menos es cómo se haga, lo importante es respetar los deseos del familiar que se ha ido, como una última muestra de respeto y de cariño.

  • Asesoría en momentos difíciles 

    Cuando llegan los momentos más difíciles, como el fallecimiento de un familiar, es bueno saber en quien confiar. Porque yo soy de esos que prefiere hacerlo todo a su manera, cargando con la responsabilidad, pero no siempre es buena idea. Es una mala forma de interpretar la responsabilidad. En ocasiones, ser responsable supone saber delegar, especialmente cuando no tienes tiempo y/o no estás en condiciones de lidiar con una situación.

    Es lo que sucedió con el fallecimiento de un familiar. Decidí que yo era la persona indicada para gestionar todo el asunto, desde el propio enterramiento a los trámites burocráticos sin tener conocimiento suficiente para hacerlo. Por suerte, antes de que fuera demasiado tarde, recibí un consejo de Tanatorio en Zamora ciudad que me permitió delegar buena parte de las tareas. 

    Servicios como estos se encargan de ofrecer una asesoría y asistencia tanto legal como práctica en relación a todo el proceso funerario. En mi caso, lo que mejor me vino fue la parte legal que desconocía y es bastante más complejo de lo que parece. Por un lado, están todos los certificados que hay que tramitar, como el de defunción o la baja en el sistema público sanitario. Y también hay que tener en cuenta todo el aspecto relacionado con la herencia que a menudo despierta muchas dudas. 

    Para las familias es un momento delicado en el que mezclarse con temas económicos no es lo más indicado. Y puedo dar fe por experiencia propia que no es el momento más propicio para esas cuestiones. Por eso, yo acepté la oferta del Tanatorio en Zamora ciudad para recibir una asistencia jurídica básica en esos momentos. 

    De esta forma me vi liberado de tiempo para encargarme de otros menesteres, más a nivel práctico relacionado con el aviso de los familiares y la organización del sepelio. En este sentido, recomiendo a todo aquel que se encuentre en una situación similar a la mía que escuche primero las opciones que ofrecen las funerarias antes de optar por hacerlo todo uno mismo porque no es el mejor momento para la improvisación.